Director:
D.H.C. Profesor Emérito Arq. Juan Manuel Borthagaray
Codirectora:
Arqta. Inés María Angélica Schmidt
Código:
20020100100989
Titulo completo:
Mapeos de Buenos Aires: hibridación de Sistemas de Información Geográfica, procesos de teledetección y contenidos creados en entornos sociales colaborativos en línea, hacia la superación de las cartografías bidimensionales de variables urbanas tangibles
Sede:
Instituto Superior de Urbanismo, Territorio y el Ambiente
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
Universidad de Buenos Aires
Resumen:
El proyecto propone determinar, desde una visión interdisciplinaria, el grado de impacto del heterogéneo universo de tecnologías digitales que posibilitan la creación de contenidos en entornos colaborativos, al alcance de un creciente número de usuarios, sobre los productos cartográficos de libre disposición en la Internet, obtenidos por hibridación de Sistemas de Información Geográfica (SIG) e imágenes satelitales producidas por teledetección.
Las acciones de creación, edición y consulta de información en el marco de la participación en redes sociales y otras aplicaciones de la Web 2.0 parecen aportar al ciudadano las condiciones y el progresivo entrenamiento, adecuados para desarrollar nuevas formas de apropiación del espacio urbano que habita.
Asimismo, se pretende establecer el rol de la tríada tecnológica Sistemas SIG / teledetección / redes sociales colaborativas, en la pretendida resignificación del primitivo mapa, de mero instrumento de representación geográfica del territorio utilizado como medio de control y poder, a dispositivo multidimensional que da cuenta de los fenómenos de naturaleza tangible e intangible que se producen en la ciudad.
La presente propuesta pretende constituir tanto una profundización de las indagaciones, como una extensión de los resultados del Proyecto UBA SECyT A006 “Intangibles Urbanos”, a través del uso, como fuente de primera categoría, de los productos gráficos desarrollados en el cumplimiento de sus objetivos específicos.
Resumen en inglés:
The project will identify, from an interdisciplinary point of view, the impact of the enable heterogeneous universe of digital technologies that allow to create urban information in collaborative environments on line, which is available to more and more users, over the freely available maps in the internet. These maps are developed using geographic information systems (GIS) and satellite images.
The actions of creating, editing and consulting information under participation in social networks and other Web 2.0 applications might provide to citizens the progressive training and appropriate conditions to develop new ways to interact with urban space in which they live.
We also wanted to establish the role of “Systems GIS / remote sensing / social networks” technological set in the redefinition of the original map product, from a single representation geographic territory instrument, to a multidimensional device representing tangibles and intangibles urban phenomenon.
This proposal extends the results of the project SECyT UBA A006 “Urban Intangibles: maps of Buenos Aires City beyond geopolitical limits”, through use as a first category resource the maps developed while working on its goals.
Estado actual del conocimiento sobre el tema:
«…La ciudad, como tema, es aparentemente acerca de todo. Es acerca del cambio climático, la tolerancia racial, la justicia social, el desarrollo económico, la cultura y las libertades civiles. Sin algún tipo de foco, sin embargo, o un encuadre aplicado a los modos en que pensamos acerca de ella, la ciudad es un tema tan abarcante que cualquier discusión acerca de ella se convierte en una discusión acerca de todo y, por eso, en realidad, acerca de nada…»
La ciudad sucede. Desde su inicio, el fenómeno múltiple, complejo y dinámico de la ciudad sucediendo ha sido analizado para ser comprendido, e intervenido para ser optimizado. El cuerpo de saber acumulado por la experiencia de los sujetos que han tomado la ciudad como objeto de estudio se ha autodiscriminado constantemente, de acuerdo con la lógicas de los intereses de los sujetos que la han estudiado e intervenido.
El conflicto perenne se nutre de las visiones sesgadas de los sujetos expertos sobre su objeto de estudio, sea cual sea la naturaleza de sus intereses (comprender, mejorar, explotar, controlar, destruir la ciudad, o las posibles combinaciones) aunque durante demasiado tiempo un factor común a todas las visiones sobre lo urbano restringió los debates a la supremacía de unos criterios planificación urbana sobre otros; la ética de algunos de los mecanismos para obtener y mantener tal supremacía queda aquí fuera de la argumentación.
Ese factor común fue (y es) dejar afuera de las estrategias de planificación al acontecimiento urbano mismo, como si se tratara de un sistema cerrado y estático, con una lógica simple y controlable, y un puñado de variables físicas e intangibles fácilmente reducibles a tipos.
Mientras tanto la pulsión inevitable de la ciudad aconteciendo modifica permanentemente el escenario, el guión y los actores, constituyendo un hecho de escurridizo diagnóstico.
Aunque perogrullezca, esta síntesis mantiene su vigencia (y su carácter global): “…el planeamiento urbano, y buena parte de la gestión de las ciudades, tal como se desarrolla en la actualidad responde a un modelo escasamente participativo (“top-down”) y está monopolizado y controlado por profesionales disciplinares y por políticos y gestores. Pero además de estas limitaciones en los mecanismos de participación, los procesos de planificación cuentan con importantes limitaciones en cuanto al tipo de información sobre la que se desarrollan y que representa modelos simples de la ciudad…”
En el marco de la naturaleza de esa pulsión urbana, relativamente ignorada por la planificación convencional, y afortunadamente, con honrosas aunque incipientes y escasas excepciones, pueden reconocerse ya sin dudas comportamientos del ciudadano/usuario estimulados por la irrupción de las tecnologías de gestión de la información (también relativamente) disponibles: “…la creciente distancia entre la gestión oficial de las ciudades y la vida de los ciudadanos, no hace más que reflejar la existencia de una realidad urbana, vital y dinámica, que pasa inadvertida [6]. Un contexto que se caracteriza por: […] las escalas espaciales y temporales relevantes para el ciudadano son mucho más diversas que los datos oficiales […] redes sociales (principalmente informales) que conforman la dinámica urbana. Estos procesos informales incluyen el espacio de relación y negociación del pro-común y diversas instituciones ciudadanas […] estas redes sociales son cada vez más, gracias a la tecnología digital, capaces de generar procesos emergentes de innovación social que muchas veces desafían los paradigmas oficiales del planeamiento…”
El conjunto de comportamientos de los usuarios de la ciudad, posibilitados y caracterizados por las tecnologías mencionadas, las redes sociales desarrolladas por estos comportamientos, más el cúmulo de datos registrados en los distintos soportes digitales relacionados entre sí, conforman una “nube” híbrida y heterogénea que, como una capa superpuesta al territorio físico, tiene nombre propio (más de uno) y por lo tanto “espíritu”: “…sobre la ciudad se desarrolla una “piel digital”, consecuencia de las prácticas cotidianas y de la cultura digital de la ciudadanía que forman ya parte esencial de la cultura y usos urbanos…”
La alternativas metodológicas, sociales y políticas para acompañar y complementar la planificación convencional, se inscriben en un urbanismo que pretende ofrecer un observatorio transdisciplinar que combine investigación (observación y construcción de nuevo conocimiento) y acción (participación de actores involucrados); los análisis basados en productos cartográficos desarrollados en base a las lógicas de los sistemas de Información Geográfica (GIS) constituyen desde hace décadas uno de los métodos que revolucionaron la forma de gestionar datos para construir estrategias de gestión urbana.
Asimismo, desde su origen, dando respuesta a necesidades estratégicas de las fuerzas militares de los países centrales productores de tecnología de vanguardia, y progresivamente puestas al servicio de otras actividades de monitoreo ambiental, seguimiento de fenómenos naturales, prevención de catástrofes, etc., las imágenes digitales obtenidas por teledetección, procesadas y clasificadas para dar cuenta de las características y los fenómenos del suelo, subsuelo, coberturas y espacio aéreo, potenciaron el análisis del territorio realizado con los GIS, poniendo énfasis en lo urbano sólo muy recientemente; las imágenes con resolución suficiente y necesaria para estudiar la ciudad y sus subsistemas son mucho más complejas de procesar, el software inicialmente desarrollado para atender a las cuestiones macro de la meteorología, recién en los últimos años exploraron algoritmos para descifrar la compleja textura de “lo urbano”, y, por si hiciera falta aclararlo, son onerosas por los costos tecnológicos necesarios para producirlas, lo que las hace menos accesibles a las instituciones académicas.
Sin embargo, la liberación de la información geográfica, tanto en formato GIS como imágenes satelitales, en aplicaciones que ofrecen al usuario la capacidad de construir por encima de cartografías gratuitas en línea capas de información temática propia, así como utilizar en forma colaborativa la información provista por la comunidad completa de usuarios, se ha potenciado con el acceso de una gran parte de la comunidad a tecnologías de producción copiosa de datos geolocalizables (GPS, telefonía celular, fotografía y videofilmación digitales, etc.)
Finalmente, todos estos componentes se encuentran en un instrumento que constituyó inicialmente una herramienta de poder, para representar el territorio, compilar, analizar y diagnosticar su naturaleza y características, y tomar decisiones en consecuencia; un instrumento que dio cuenta durante mucho tiempo del proceso que le daba origen, rescatando imágenes, percepciones sensibles y anecdóticas del territorio recorrido y relevado; un instrumento tomado luego por la ciencia, transformado en un sistema racional de símbolos convencionales para hacerlo universal (o para encriptarlo) y que, a partir del reclamo de los protagonistas del fenómeno urbano, los usuarios creadores de contenido, necesita incorporar nuevamente la información intangible de flujos, relaciones, tendencias, índices de calidad ambiental, permeabilidad y porosidad urbana, situaciones de borde y corredores con significado simbólico, etc., con la adecuada capacidad para comunicar, para ser utilizado colaborativamente; ese instrumento es el mapa, transformado semánticamente en acción (“mapear…”, “mapeo de…”) probablemente de manera involuntaria.
En el problema de la redefinición de los alcances del mapa, el rol de la comunidad de usuarios en la construcción de las cartografías participativas en línea sobre los espacios virtuales híbridos GIS / teledetección, y la sede física de todos estos eventos -la ciudad-, representada a través de ellos, hará zoom la presente propuesta.
Objetivos e hipótesis de la investigación
La presente propuesta pretende constituir tanto una profundización de las indagaciones, como una extensión de los resultados (obtenidos y pendientes) del Proyecto UBA SECyT A006 “Intangibles Urbanos”, a través de la utilización, como fuente de primera categoría, de los productos gráficos desarrollados en el cumplimiento de sus objetivos específicos.
En aquel plan de investigación, se pretendía explorar los alcances de los Sistemas GIS y la teledetección en la geolocalización de variables urbanas tangibles e intangibles, poniendo a prueba la capacidad de los instrumentos informáticos habitualmente utilizados para desarrollar cartografías digitales representativas del territorio, para comunicar gráficamente estos eventos invisibles a la mera descripción física.
La indispensable visión interdisciplinar propuesta en aquel momento, para la investigación del fenómeno urbano en el ámbito del Instituto Superior de urbanismo, Territorio y el Ambiente de la FADU UBA, no sólo respondió a las recomendaciones manifiestas en la evaluación de su informe trienal de actividades por el Consejo Superior UBA, sino que se juzgó pertinente para abordar el problema propuesto, y constituye en la presente convocatoria uno de los requisitos que deben contemplar los proyectos postulados.
En la presente propuesta, se da cuenta de la completa instalación en el debate de los adecuados modos de abordar la gestión urbana, del heterogéneo universo de tecnologías digitales que posibilitan la creación de contenidos en entornos colaborativos, al alcance de un creciente número de usuarios, sobre los productos cartográficos de libre disposición en la Internet. Las acciones de creación, edición y consulta de información en el marco de la participación en redes sociales y otras aplicaciones de la Web 2.0 parecen aportar al ciudadano las condiciones y el progresivo entrenamiento, adecuados para desarrollar nuevas formas de apropiación del espacio urbano que habita.
Estas cartografías, obtenidas por hibridación de Sistemas de Información Geográfica (SIG) e imágenes satelitales producidas por teledetección, progresivamente liberadas a la disponibilidad masiva (sobre todo en el último lustro) son atravesadas por la información aportada, editada y utilizada por los usuarios en línea; el impacto de este conjunto de datos geolocalizables sobre aquellas cartografías digitales concebidas por analogía a los mapas tradicionales, constituye hoy un desafío para los creadores de aplicaciones API gratuitas, que permiten esta hibridación tecnológica, y otro de los problemas en que se enfocarán las indagaciones exploratorias, en el marco de incumbencias de los profesionales de la comunicación visual.
Finalmente, se pretende establecer el rol de la tríada tecnológica Sistemas SIG / teledetección / redes sociales colaborativas, en la pretendida resignificación del primitivo mapa, de mero instrumento de representación geográfica del territorio utilizado como medio de control y poder, a dispositivo multidimensional que da cuenta de los fenómenos de naturaleza tangible e intangible que se producen en la ciudad.
La tradicional cartografía hegemónica responde al urbanismo oficial, tendiente a la presuposición de modelos, postulados, comportamientos y la existencia de una red de flujos y actores que se adaptan a las zonificaciones y recorridos previstos; las cartografías alternativas emergentes, consecuencia de la superposición a la anterior de la densa capa de información creada por la comunidad de usuarios organizados en redes sociales colaborativas, obligarían al mapa al ajuste de sus capacidades de comunicación, instalándolo muy probablemente y de manera definitiva en el universo digital de la computadora, y obligándolo a incorporar las variables tiempo, movimiento, hipertextualidad y geolocalización relativa: vale decir, la dualidad de referirse a su ubicación física en el territorio o no, de acuerdo a la necesidad específica del usuario en cada escenario o layout de consulta.
Esta simultaneidad exigida a la variable representada en una cartografía constituye otro de los problemas específicos que abordará el proyecto, dadas las probabilidades de conflicto al proponer opciones para resolverla en las aplicaciones de soporte y comunicación de datos: se prevé una indispensable maleabilidad del nuevo mapa, un diseño de interfase en algún punto de encuentro entre las fascinantes, dinámicas e interactivas nubes de tags , y la tradicional representación GIS de puntos, líneas y polígonos etiquetados en estáticas capas superpuestas, sobre la útil e hiperrealista textura de las imágenes satelitales del Google Earth , Google Maps , o incluso el Open Street Map , estrella actual de las cartografías colaborativas gratuitas.